A menudo han llegado a mi consulta pacientes con síntomas de ataques de pánico, fobias y situaciones vividas en el pasado que han producido profundos estados de trauma, muy difíciles de identificar y procesar, habiendo pasado por muchas terapias, muchos consultorios y muchos profesionales colegas, sin poder dar cuenta de reconocimiento de su origen y por ende, un manejo efectivo del mismo. Ningunas de las escuelas terapéuticas ha logrado un porcentaje realmente importante en el tratamiento de estos trastornos.
El trauma se fija en forma de información en las redes neuronales y no se puede procesar, y continúa provocando patologías como el trastorno por estrés postraumático. Una sesión de EMDR comienza por escuchar la historia del paciente y la rememoración de recuerdos y sentimientos relacionados con ese momento.
Posteriormente, el paciente tendrá que seguir los dedos del terapeuta con los ojos. Durante esta estimulación, el sujeto podrá conectar esa memoria a redes de memoria más extensas e integrarla en su pasado sin sufrir constantes perturbaciones negativas. Esto es posible gracias a los movimientos oculares que activan el mecanismo de procesamiento de la información, permitiendo la modificación de la memoria traumática.
Últimamente las investigaciones de la Dra Francine Shapiro, en su técnica de base neurocognitiva descubierta por ella misma ha desarrollado a finales de los años ochenta la técnica EMDR, en base a la teoría de que hay un componente fisiológico en cada dolencia.
El EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing), es una técnica de tratamiento psicológico a través de la que se realiza una Desensibilización y Reprocesamiento por medio de movimientos oculares o estimulación bilateral. Este tratamiento ha demostrado su eficacia para superar acontecimientos traumáticos. (específicamente en primer lugar para el Trastorno de Estrés Postraumático, y luego para diferentes tipos de cuadros con presencia de contenido traumático)En 1987,
Francine Shapiro se percató de que con el movimiento de sus ojos de un
lado a otro, el malestar experimentando frente a sentimientos
desagradables podía disminuir o desaparecer. Y de ahí nace la terapia
EMDR.
Ésta técnica se basa
en que el trauma es una información almacenada en el cerebro de forma
disfuncional, por lo que no se puede integrar en la experiencia
cotidiana y ante un estímulo parecido en cierto modo hay síntomas que pueden
ser miedo, ira, rechazo o bloqueo fisiológico o muscular.
El EMDR
para el tratamiento de traumas es una terapia que se encuentra avalada
por la comunidad científica, por la OMS y determinados organismos. Se pone en marcha
en esta terapia el mecanismo que hay en el cerebro para integrar la
información. El
trauma, según la técnica EMDR, tiene mucho que aportarnos, por eso vamos a
mencionar la terapia EMDR y sus fases principales.
La información que no fue bien guardada
anteriormente, con la estimulación del mecanismo, permite que el hecho se
integre en los recuerdos de forma saludable. Por eso,
son cada vez más las personas que van a un terapeuta EMDR para
liberar sus traumas, y los terapeutas los que valoran esta terapia como una
forma interesante de tratar a los pacientes. Y mucho más rápida que otras
técnicas.
¿En qué se
basa la terapia EMDR?
Al vivir
un suceso traumático o situaciones desagradables e intensas, el procesamiento
del trauma puede no hacerse correctamente y quedar bloqueado. Al no
archivar correctamente la información de este suceso en la red de
recuerdos que corresponde, la información se fragmenta en el sistema nervioso
de forma que se puede activar automáticamente llegando a condicionar la
conducta y afectar a la vida de la persona.
Con
la estimulación del mecanismo se logra que el hecho enredado
se integre en los recuerdos saludablemente, como ya hemos dicho.
¿Qué es y
para qué se usa terapia EMDR?
La técnica
EMDR se usa para ayudar a los pacientes a procesar sucesos
traumáticos que han sucedido en su vida, pero también para superar
fobias o mejorar el rendimiento en ciertos aspectos de su vida.
Hay
muchos traumas que se podrían superar con la terapia, por lo que es
bueno ponerse en manos de un profesional que decida que esta es la mejor
técnica en cada caso concreto.
El
concepto es complejo, pero se basa en la estimulación bilateral, mediante la cual
se estimulan los dos hemisferios del cerebro con movimientos
oculares, sonidos o golpecitos para que le vengan a la memoria del paciente
otras partes del evento traumático o recuerdo.
Lo que se
busca con el proceso EMDR es que los hemisferios se hablen entre sí y procesar
la información para reducir el problema emocional. Hace algo similar como
la fase REM del suelo en que se afrontan estados de estrés
de forma adaptativa creando conexiones entre experiencias pasadas para resolver
problemas.
Ahora que
sabemos que es EMDR, es importante descubrir cuáles son las
principales técnicas y conocer más en profundidad las ocho fases por las que va
a pasar todo paciente en la técnica EMDR.
¿Cuáles son
las técnicas que usa EMDR?
Hay tres
tipos de técnicas o tres tipos de estimulación bilateral que se usan
en EMDR Y que se aplicarán según cada paciente, y son:
·
Movimientos
oculares sacádicos horizontales. Son un
conjunto de movimientos que el terapeuta hace con los dedos en el campo visual
del paciente. Este último tiene que seguir los dedos del terapeuta con la
mirada sin mover la cabeza y haciendo un total de hasta 40 movimientos en cada
realización. Es la técnica que mejor funciona en EMDR.
·
Estimulación
auditiva bilateral. En esta
se usan tonos o música bilateralizada que se escucha con auriculares. El
terapeuta cuenta con un dispositivo que le permite controlar los sonidos,
velocidad e intensidad.
·
Tapping. El
terapeuta golpea con suavidad las rodillas del paciente alternando derecha e
izquierda y con alternaciones las manos de la persona que se encuentran
apoyadas en su rodilla.
Es
el terapeuta EMDR el que debe averiguar cuál es la mejor
técnica en cada caso, y aunque la primera suele ser más exitosa, puede que en
otros casos se requiera de otra.
Es de
destacar que esta terapia se puede combinar con otras terapias y técnicas, por
lo que le dota todavía de mayor eficacia y se adapta a las necesidades de los
pacientes. Por tanto, se puede valorar la posibilidad de utilizar la terapia sola
o con otras técnicas.En
nuestro caso, nuestros especialistas, siempre valoran cada caso de forma
personalizada para utilizar EMDR combinado con otras terapias o en solitario.
¿Cómo es
una sesión EMDR?
Hay varios pasos por los que se pasan en una sesión
de esta terapia que debemos mencionar porque es interesante que la persona sepa
a qué se va a exponer en ella.
Una sesión EMDR se desenvolvería así:
·
En primer
lugar, se pide a la persona que se concentre en el recuerdo que le está creando
mayor malestar.
·
Posteriormente,
se provoca el movimiento del paciente de uno al otro lado con la estimulación
visual, táctil o auditiva.
·
Posteriormente,
se le pide al paciente que indique lo que le viene la mente: sonidos, imágenes,
sensaciones y demás.
·
Se repite
el proceso hasta que desaparecen las sensaciones, emociones o pensamientos
negativos.
El recuerdo traumático del pasado se conecta y
procesa con recursos más adaptativos de la actualidad. Así, el paciente puede
procesar de nuevo el suceso con una lectura emocional más sana que permite que
la conducta complicada se vaya.
Los 8 pasos
de la técnica EMDR
La terapia se basa en 8 fases bien estructuradas
que debemos saber identificar correctamente, y que son la base principal de una
técnica que está teniendo mucho éxito desde sus inicios y se han tratado a
muchas personas con ella. Las mencionamos a continuación.
1. Diseño
del plan
Es una
fase inicial en que se registra el historial clínico de cada paciente, se
recogen recuerdos para procesar con la terapia correspondiente y sensaciones
físicas. Puede ser una creencia, olor o sensación, el detalle que
se considere. También se va a establecer un acuerdo sobre los objetivos
terapéuticos que se trabajen en las sesiones.
2.
Preparación del paciente
El terapeuta se dedica a explicar al paciente en
qué consiste el método indicando la teoría y fundamento en que se basa. También
despeja dudas, cuenta las expectativas de éxito y todo cuanto sea necesario para
que este se familiarice con el método que se va a utilizar con él. La clave es
descubrir que el paciente es el idóneo para esta terapia y tiene confianza con
el terapeuta.
Se hace
el consentimiento informado que es donde se explica el proceso, además de conocer
las condiciones médicas actuales de la persona y si toma algunos
medicamentos.
3. La
evaluación
Mediante este punto se identifica el recuerdo que
se quiere procesar. Una vez que se sabe cuál es, se pedirá al paciente una
imagen que represente este recuerdo para empezar a trabajar en él. Se inicia
verbalizando emociones y sentimientos negativos y después se hace una
declaración positiva que se usará en la fase de instalación.
Para medir el recuerdo se debe acceder con una
estructura y hacer una medición de los principales elementos del recuerdo. Se
debe medir cada línea base de este recuerdo con las emociones, cogniciones y
sensaciones físicas al examinarlo.
En esta fase 3 se van a registrar las puntuaciones
iniciales de VoC (validez de la cognición positiva) y SUD (grado de
perturbación que está sintiendo cuando piensa en esa imagen).
4. La
desensibilización
Es en la
que surgen nuevas emociones perturbadoras, síntomas físicos o
recuerdos. Hay que centrarse y atender. Se trabaja la estimulación bilateral.
Si el proceso se bloquea aquí, se puede recurrir a otras estrategias y
procedimientos más avanzados.
En esta
fase es cuando se accede al momento del trauma en que está la peor parte del
recuerdo y se ha de valorar el nivel de perturbación. El paciente
ha de hacer una libre asociación con el set de estimulación bilateral. Tiene
que agotar las asociaciones y situaciones que se conectan con el recuerdo. Debe
hacerse hasta que no se sienta perturbación al recordar la escena
correspondiente.
5. Instalación
de la cognición positiva
En esta
fase se busca reforzar la declaración positiva, no la negativa. Lo
que se pretende es que el paciente asuma y refuerce el hecho de tener control
de la situación que lo estaba bloqueando. Se sigue usando la estimulación bilateral
hasta que el paciente crea que se puede manejar la situación. La creencia
positiva debe verse como verdad absoluta.
Se van a hacer sets cortos de estimulación
comprobando por medio de una escala del 1 al 7 cómo se siente. Y debe seguir
pensando en la situación y repitiendo la cognición positiva. Se busca llegar a
una puntuación mínima de 6.
6. Examen
corporal
En esta
fase se busca liberar la tensión residual física. Se debe recordar
el suceso traumático con la cognición positiva. Hay que buscar en el cuerpo
posibles dolores o sensaciones desagradables que se procesan para eliminar la
tensión. Suele resolverse fácilmente y con eficacia, pero puede que haya nueva
información y otras experiencias complicadas que podrían llevar a nuevos
caminos.
Si aparece una sensación de pinchazo, malestar o
molestia en el cuerpo en esta fase se debe volver a la fase de
desensibilización. Si está bien se hace un set de movimientos oculares para
reforzar la buena sensación.
7. Cierre
de la sesión
En esta
se busca que paciente recupere un estado de equilibrio, incluso si
no se ha completado el reprocesamiento. El paciente recogerá en un diario
situaciones, recuerdos, pensamientos, y más que puedan darse en un futuro para
procesarlos de la misma forma que se hace. El paciente aprenderá a relajarse y
contener las emociones.
Se cierra la sesión y se valora hasta la siguiente
sesión. Lo que se busca con esta fase es asegurar la estabilidad del paciente y
orientarlo al finalizar cada sesión de reprocesamiento.
8. La
re-evaluación
Al
principio de la siguiente sesión se vuelve a acceder al target de la sesión
anterior para valorar si tiene todavía perturbaciones residuales y si se
mantienen los resultados. Lo que se valora es la eficacia de la terapia
en anteriores sesiones.
En esta fase es importante ver que se abordan todos
los aspectos del plan de tratamiento.
Consideraciones
finales
La
terapia no se sabe nunca cuánto va a durar con precisión, ya
que los traumas no son iguales ni lo son los pacientes, lo que hace que dependa
de muchas variables. Suele ser más corta que otras terapias que se usan para lo
mismo. Los pasos no suelen ser estancos, por lo que algunos efectos de cada uno
de ellos pueden aparecer en las diferentes partes de la sesión. Cada persona
tiene sus tiempos.
Hay
muchos estudios recientes que han sido publicados en revistas científicas
especializadas que consideran que EMDR es un tratamiento eficaz para las
víctimas de trastorno de estrés
postraumático.
El tratamiento
EMDR se usa no solo en eventos traumáticos y traumas sino
también en ansiedad, pánico, trastornos de estrés post
traumáticos, adicciones, problemas psicosomáticos, control de impulsos,
duelos patológicos y más. Por eso, hay muchos casos en que se debe considerar
como una buena solución.
De cualquier manera, es bueno valorar si es la más
indicada esta técnica psicoterapéutica basada en movimientos oculares,
estimulación auditiva y táctil para solventar problemas emocionales. Sobre todo
los sucedidos por experiencias traumáticas del pasado.
Aunque parezca una tontería para muchas personas,
los traumas son heridas psicológicas que vienen de acontecimientos con cierta
gravedad o cambios que se perciben como amenazas cuya intensidad y calidad de
daño no dependen de la gravedad, sino en sí de la persona que los padece, el
apoyo emocional y circunstancias con que cuenta.
El terapeuta
EMDR es el encargado de orientar al paciente para que pueda solucionar
sus problemas emocionales con esta terapia de la forma más satisfactoria
posible, por eso aconsejamos contar con verdaderos profesionales en terapia
EMDR que ayuden a la persona en la situación concreta buscando la
mejor forma de llegar las 8 fases de la terapia.
Nota: para consultas sobre el uso de está técnica llamar al 155152 7261 o enviar mail de consulta gustavocia.psi@gmail.com
Ref.: Alejandra
Hernández : Licenciada
en psicología por la Universidad de Málaga, con Máster en tratamiento
psicológico por la Universidad de Málaga,